Silvia Ventura

Tres conceptos atraviesan toda mi obra. Naturaleza, textura y la palabra.

NATURALEZA. Guía todo lo que hago. La naturaleza propone, me muestra, me inspira, me enseña. Siempre es paisaje aunque no quede tan claro. Una simple flor, una hoja… es paisaje para mí. Una línea que apenas asoma es horizonte.

TEXTURA. Es la materia, la herramienta, mi expresión pura. Materia que a veces se presenta densa, rústica, casi agresiva. Otras veces voluptuosa, suave, aterciopelada… Siempre táctil. Y el gesto, mi gesto, que transforma. Domina o lo intenta, también simplemente cede.

LA PALABRA. La poesía visual se me da naturalmente. Vengo de la lengua, de la escritura, del texto. La palabra es parte de mi obra, aunque navegue por debajo de la materia y no se vea. Siempre está. Asémica o con dimensión semántica. Un garabato esgrafiado, una línea recortada de algún libro o de un grabado… Palabras mías o prestadas. Mi obra las necesita.

Construyo sumando, sintiendo, casi oliendo. Capa tras capa. Es experimentación y es ensayo. Intuyo. Investigo cada tema, cada palabra o un referente. Utilizar materiales de entre lo cotidiano, tomar aquello que no fue pensado para estos oficios, se siente como una victoria. Y la obra se deja entramar como en un tejido fértil

Y desde esa fertilidad cuento una historia. La mía o la que trae el espectador. La que sea es la que quiero contar.

El arte es una experiencia generosa. Me ha permitido relacionarme con gente extraordinaria. Maestros, colegas, alumnos, espectadores. Yo misma. El arte es parte esencial de lo que soy. Soy Silvia Ventura.